¡Hasta mañana!

 


Mañana intentaré atraparte de nuevo justo en el momento en que me digas adiós. Abriré mis brazos de espuma y te abrazaré muy fuerte para que no te escapes, aunque sé que lo harás… 

Volverás cada atardecer para insultar con tu grandeza a aquellos que pretenden encerrar nuestra unión en una fotografía. Tu último rayo penetrará en mi ola más fiera y yo te seguiré buscando cada día.

 


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Encargo mortal

El vestido

Cabos sueltos

La raya

Olegario Salas-Vayne