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Mostrando entradas de noviembre, 2020

Calladita estoy más guapa

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Se detuvo por quinta vez delante del espejo del recibidor y revisó su imagen de arriba a abajo, observando de forma minuciosa cada detalle, antes de que la alarma del móvil le indicara que ya no había tiempo para más cambios. Después de dos horas haciendo combinaciones de prendas, asesorada por una niña de cinco años aspirante a itgirl de lo más cool , la inspectora Paola Martín, de homicidios, remató el outfit elegido para aquella ocasión recogiendo su melena rizada en una coleta alta (muy Rihanna ). Siempre prestaba atención a su aspecto, pero aquel día era vital. No quería pecar de poli tiesa e intransigente, pero menos aún que se le subieran a la chepa. No le interesaba proyectar una imagen demasiado formal, por lo que descartó el traje de chaqueta de Armani que se había comprado en el último Black Friday .  Tampoco era cuestión de ir en deportivas y con los vaqueros rotos por muy de moda que estuvieran, así que al final, tiró por el camino del medio: pantalones pitillo, blus

Isabel Cabrera en "Vigila el rollo, que no se escape"

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  El 18 de marzo de 2020, recién estrenadito el confinamiento y en plena crisis del papel higiénico, la inspectora Paola Martín, de homicidios, decidió investigar y llegar hasta el final de un asunto que trajo de cabeza a tres cuartas partes (o más) de la población. Así nació "Vigila el rollo, que no se escape" . Semanas después, la actriz y narradora oral Isabel Cabrera (te adoro, Isa), lanzaroteña para más señas, me mandaba un Whatsapp: "Con esto de la pandemia, voy a participar en un tagoror de cuentos telemático y me gustaría que me dieras tu permiso para hacer una adaptación de uno de tus relatos". ¿Mi permiso?, ¡por supuesto! y las llaves de mi casa le hubiera dado. Así que, el 17 de abril, puse mis cinco sentidos (y el de repuesto) en la página de Facebook de la Asociación Canaria de Narración Oral, Tagoral, organizadora del encuentro. ¿Y sabes lo que pasó?, pues que Paola Martín de repente tenía voz, tenía vida... y me emocioné y reí como una boba.  Hoy quie