Renata & Colette

— ¿Te la vas a comer? El movimiento vertiginoso del tenedor de Colette sobre la última croqueta que quedaba huérfana en el plato, pasó como un tsunami por delante de los ojos de Renata antes de que su cerebro pudiera dar la orden de abrir la boca y decir ‘sí’. Ni era la primera vez ni sería la última. ¿Te lo vas a comer?, ¿te lo vas a beber?, ¿te lo vas a poner?, ¿te lo vas a comprar?, ¿te lo vas a follar?... Colette nunca esperaba respuesta y se comía los bombones que Renata atesoraba para ese momento especial que nunca llegaba, se bebía su gintonic antes de que las dos bayitas de enebro tuvieran la oportunidad de dejar su toque aromático, investigaba en su armario y se ponía sin permiso el vestido negro con el escotazo hasta el ombligo, se compraba el modelo de coche deportivo para el que ella llevaba ahorrando media vida y se follaba al tío que le gustaba. La vida de Renata era un desear sin osar y la de Colette un actuar sin medida. ¡La odiaba! Aquella tarde, Colett...